martes, 19 de agosto de 2008

Michael Phelps, Everardo Cristóbal y los Juegos Olimpicos...

El hombre del que todos hablan (al menos a mi alrededor) es Michael Phelps, de 23 años de edad; quien logró conseguir ocho medallas de oro en los Juegos Olimpicos de Beijing 2008. Merecidas se las tiene, a pesar de la duda que rondó a su séptima medalla.

Gran orgullo para su país y su familia. Gran orgullo para el deporte mundial. Gran Orgullo...

Dicen por ahí que por cada medalla que lleve consigo a Estados Unidos, la bala de Baltimore, como le llaman, recibirá un millón de dólares, lo que significa que ya tiene 8 millones en su bolsillo. Nada mal para un hombre de 23 años que logró cumplir con lo que él mismo se prometió: conseguir esas ocho preseas de oro que se prometió desde el inicio de los Juegos Olimpicos.

Lo increíble, es que después del dineral que ganará con lo que se lleva a casa, las marcas de productos en el mundo se disputarán por tener su imagen en lo que venden. Para muestra basta un botón, pues antes que nadie Kellogg CO. comenzó a preparar un empaque en su cereal más popular: los inigualables Corn Flakes. ¿Cuánto dinero le darán a Phelps por su imagen en la caja de cereales? No me lo quiero imaginar, porque seguro será una bofetada a mi estado financiero.



Quisiera ver a un mexicano en su posición, pero lamentablemente los nuestros, no es que no tengan la capacidad, más bien no tienen el apoyo de los altos mandos del deporte nacional. Quizás algún día un deportista mexicano consiga buenos contratos publicitarios; pero primero, tendría que obtener una medalla de oro como mínimo para ser considerado por las empresas que se encuentran establecidas en nuestro país. Sigo pensando que se le da mucho apoyo al futbol mexicano, que en lugar de poner todas las ganas, dedicación, esfuerzo y pasión para ser una potencia futbolera como Argentina o Brasil, se conforman con recibir sus sueldos exhorbitantes y tener los mejores contratos publicitarios. Seguro los futbolitas ganan mucho, seguramente muchos de ellos tengan la intención de sobresalir, pero creo tanto dinero que reciben los convierte en personas con menos pasión para el futbol, pero gente con demasiado interés para recibir lo más que se pueda de dinero. No generalizo, pero creo que la mayoría es así.

Lamentablemente en estos Juegos Olimpicos se ha conseguido solo una medalla de bronce por parte de las clavadistas Paola Espinosa y Tatiana Ortiz. Esperemos que sea hasta el momento, porque anhelo que Everardo Cristóbal, de canotaje, pueda sacar la garra que llamó mi atención hacia él. Y aunque tenga que romper el uniforme que le dieron los directivos del deporte mexicano porque no le quedaba, y tenga que pasar vergüenzas como Bibiana Candelas y Mayra García, del equipo de volibol de playa, que en su primer encuentro en China tuvieron que salir con el uniforme prestado del equipo de Alemania, creo que va por todo, o al menos a dejarlo todo por conseguir una medalla olimpica del color que sea.



Espero de verdad que los directivos mexicanos, el Presidente de la República, los gobernadores y la población mexicana en general, entienda que lo que pasa ahora en Beijing es reflejo de lo que pasa en nuestró país. Comencemos a preparar a los jóvenes para que puedan participar en competencias internacionales y logren ganar muchas más medallas en los Juegos Olimpicos. Se necesita disposición, pasión y ganas, que la mayoría de los competidores actuales tiene, pero también se necesita el apoyo económico de la CONADE, que en lugar de engordar sus carteras deberían de engordar el orgullo mexicano porque se puede, porque hay gente que quiere, porque hay pasión en cada uno de los deportistas mexicanos.

Ahora sólo nos queda esperar por más medallas en estos juegos. Buena suerte a todos los mexicanos que se fueron a partir la madre para sacar la casta. Aunque mucha gente no entienda que para tener el nivel de los otros países no sólo se requieren ganas y esfuerzo, se necesita un plus más. Y sí, necesito decirlo: ¡Vamos Everardo! estoy con todas mis buenas vibras para ti, esfuerzate mucho más, sé que tienes muchas posibilidades y sé que quieres con todas tus ganas traerte una medalla olimpica.

PD: Sí, muchos dirán que qué fácil es decirlo, pero quiero que sepan que, aunque muchos no lo crean, fui muy deportista cuando tenía 15 años. Sin embargo, la vida me llevó por caminos distintos. ¿Que más hubiera querido yo que darle orgullo a mi país? No se pudo, pero les aseguro que cuando mis hijos crezcan, estarán compitiendo por nuestro país. Que así sea.

PD2: Las fotos fueron tomadas del portal de El Universal

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